En principio tenemos que distinguir entre el acento prosódico, que es el mayor relieve con que se pronuncia una determinada sílaba dentro de una palabra, y el acento gráfico u ortográfico, también llamado tilde, que es el signo con el cual, en determinados casos, se representa en la escritura el acento prosódico.
El acento prosódico, también llamado de intensidad, tónico o fonético, es el realce con que se pronuncia una sílaba con respecto a las demás que la acompañan a lo largo de la cadena hablada. Así, en la palabra lince, el acento prosódico recae sobre la primera sílaba, y en la oración Coge mi coche el acento prosódico recae en la primera sílaba del verbo y del sustantivo, mientras el posesivo mi, que carece de acento propio, se une al sustantivo coche, con el que forma un grupo acentual. La sílaba sobre la que recae el acento prosódico se denomina sílaba tónica o acentuada, y la que carece de él, átona o inacentuada.
La tilde es un signo ortográfico auxiliar con el cual se representa en la escritura el acento prosódico siguiendo unas reglas determinadas. La tilde también recibe los nombres de acento gráfico y acento ortográfico. Este signo ortográfico consiste en una rayita oblicua que se sitúa sobre una vocal para indicar que la sílaba a la que pertenece dicha vocal es tónica. En español la tilde debe trazarse siempre como acento agudo (´) y no como acento grave (`) que no tiene uso en nuestro idioma.
Desarrollaremos las reglas de uso de la tilde en temas posteriores.
Diccionario panhispánico de dudas
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