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Fecha de Nacimiento: 28 de marzo de 1515, Gotarrendura, Ávila, España.
Fecha de fallecimiento: 4 de octubre de 1582, Alba de Tormes, España.
Teresa de Cepeda y Ahumada, más conocida como santa Teresa de Jesús o simplemente Teresa de Ávila, fue una religiosa, fundadora de las carmelitas descalzas, rama de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo, mística y escritora española
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SUSPIROS DE MONJA
Enemiga de extravagancias en los actos de Comunidad, y mientras todas comían, oyó la Madre que una religiosa daba suspiros muy devotos.
La llamó desde su asiento y díjola con mucha gracia:
-Hermana mía: aquí hemos venido a comer, no a suspirar. Hay que comer cuando comen todas, y el suspirar, a solas.
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EL COPETE PEINADO
Santa Teresa tenía en mucho a las mujeres de talento. En cierta ocasión, le presentaron una postulante que venía con recomendaciones de obispos y clérigos, muy amiga de rezar, ayunar y visitar iglesias. La despidió sólo con verla. Dijo que no le placía.
Casi al mismo tiempo llegó otra, muy galana ella, coqueta, muy bien peinada y discretísima. La Madre celebró su hermosura igual que su buen entendimiento, y la admitió sin más al hábito.
Le preguntaron: ¿Cómo, Madre, ha recibido a ésta, tan mundana, y no a la otra tan devota?.
A lo que respondió muy segura, sin dejar de sonreír: Porque de aquellas, apenas me ha salido una buena, me hallo mejor con las de copete peinado.
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NOCHE DE ÁNIMAS
En la fundación de Salamanca, aquella noche de ánimas, estaba sola ella junto con Maria del Ssmo Sacramento, quien entre otras cosas le dijo a la Madre: ¿Madre, si entrasen ahora ladrones, qué tendríamos que hacer?.
La Madre Teresa respondióle: Hermana, duerma hasta que vengan, y entonces tome el miedo y deje el sueño.
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LA NOVICIA QUE ENTRÓ POR EL TEJADO
En Medina del Campo, una novicia le cuenta a la Santa: Madre nuestra, yo tengo una falta de mortificación en la vista, pues he mirado y he visto un gato en el alero del tejado.
La Madre, sin perder el humor dijo: Calle hija, que no es un gato, sino una novicia que nos llega por allí a pedir el hábito. Llame a la Comunidad y vamos todas a recibirla.
La novicia obedeció y sin pensar más dijo a todas: vamos a recibir a la novicia que nos entra por el tejado.
Todas rieron con la gracia y admiraron la sencilla humildad de la joven que así obedecía.
Y se celebró la ocasión con lindas coplillas.
