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Debe tenerse en cuenta a la hora de componer un soneto que este ofrece mejor estructura y calidad cuando existe independencia oracional entre los cuartetos y los tercetos.
Además, las rimas deben disponerse de tal modo que no quede ninguna suelta, tres juntas, ni separadas por más de tres versos.
Es muy aconsejable evitar las rimas demasiado fáciles, como –aba, –ando, –endo, –ado, –ido, –ara, –ase, –era, –ese, –ía, que por figurar en desinencias gramaticales resultan inagotables debido a su abundancia.
Debe evitarse que dos consonancias inmediatas sean asonantes entre sí, porque la semejanza general borra el contraste que debe ayudar a hacerlas perceptibles. Lo mismo ocurre con las rimas internas, desaconsejadas salvo que respondan a una necesidad estructural del soneto, y con la repetición de palabras en los versos o rimas, siempre y cuando no sea un requisito estilístico.
Hay que evitar el ripio, pues, cuando se compone un soneto, se trata de transmitir un mensaje interesante y bello, sin palabras huecas de contenido argumental.
Es muy importante la coherencia, una línea argumental debe unir entre sí las estrofas, a ser posible dentro del mismo campo metafórico.
En las rimas deben tenerse en cuenta los siguientes puntos:
a) Las rimas deben corresponderse en género y número.
b) En las rimas debe evitarse:
1) Usar mismo tiempo verbal, adverbios, etc.
2) Emplear palabras simples con sus compuestas (por ejemplo: perfecto –imperfecto).
3) Los homónimos (vale de valer y vale de boleto), salvo en el caso de que queramos hacer un juego de palabras intencionado.
4) El abuso de diminutivos.
5) Introducción de palabras en otro nivel de lengua puesto que eso evitaría mantener un nivel homogéneo que es más aconsejable.
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